Soy eternidad y soy instante
Soy la ecuanimidad y la patética urgencia
soy la carne y la sinápsis.
entiendo el todo y me resulta indescifrable la parte
soy la determinación y la apatía
Soy el irreprimible gritoy el abnegado silencio
acaricio la genialidad en la oscura madrugada
y me apabulla la mediocridad al medio día
soy divinidad y la barbarie
cargo a diario la invisible loza de mi propia vida
y la contundente levedad de mi propia muerte
vuelo en sueños y me arrastro despierto
soy cegadora luz que proyecta prolongadas sombras
yo soy el paso del cangrejo
soy el piano y el tambor
soy Ícaro y soy ancla
tengo -por breves instantes-
la lucidez para formularme las preguntas
pero encuentro y extravío con desesperante facilidad
las respuestas
concibo la belleza y ejerzo la crueldad.
soy rima, palíndromo, caos y viceversa.
vivo al cálido abrigo del refigerador.