desde siempre, ese “bicho” adorable que es la mujer, sobrevive a diferentes etapas -el hombre también, pero distinto- acorde a su experiencia y a su edad. que nadie tome muy en serio el siguiente repaso realizado y basado en mi propia experiencia en el buen trato con las dueñas de mi planeta. a pesar de lo que suele marcar el documento de identidad, pienso que existen las edades emocionales. a éstas me referiré a continuación, cualquier impresición no es mal intencionada, comprendan que soy hombre…
12-13 años: Arrastrando un Edipo ya en decadencia, comienza a idealizar a cualquier papanatas. es solidaria, compasiva y siempre lista para cualquier acto que agrade al sexo opuesto. Despierta concientemente al sexo aunque, en la mayoría de los casos y afortunadamente, nada supera lo platónico. Si lo tiene su hermano mayor o algún primo, será un semidios.
15-16 años: se pone más complejo aun el Edipo, es la etapa donde se inicia la típica dualidad femenina, por eso difícilmente hable de tal chico sino de los chicos, esto no es por amplitud de pensamiento sino por gregarismo.Comienza a despedirse de la imagen que haya forjado de su padre -buena o mala- pero a su vez e irremediablemente se sentirá atraída por quienes tengan algunas características similares, aunque sea en su imaginación, a las de su padre.Es rebelde y más “piola” que su madre. Comienza a sentir deseos pero en la mayoría de los casos aun no se anima a quitarse la ropa. Se advierten los primeros traumas e inseguridades.
17-20 años: se agudiza y perfecciona la dualidad, está de novia con juan que es un guacho, pero le gustaría que sea bueno como pablo, su mejor amigo. Ya no tiene problema en desabrocharse la camisa y en volver despeinada a casa. Confunde sexualidad con genitalidad, pero quién podría culparla si es como el conejito de duracell.Se pone celosa y algo controladora herencia materna-, pudiendo llamar a su novio entre cinco y diez veces al día, pero guay! que el mismo la llame más de dos, porque se sentirá ahogada. Se olvida siempre alguna prenda en el auto o casa de su novio, esa misma que hace unos años no se atrevía a quitarse. Promedio: Un novio cada quince días, ergo: ropa nueva todo el tiempo.
21-25 años: comienza a experimentar algo parecido a un orgasmo, están comenzando las olas〦 esto la hace pensar que su pareja es el hombre de se vida. Por esta razón ya no coje sino que hace el amor. Y también por esto, querrá casarse -algunas lo consiguen-, pero nunca antes de idealizar a su homre al extremo: tendrá la apariencia de Brad Pitt y el cerebro de Albert Einstein. Lavará y planchará la ropa y también cocinará contenta para Einstein, hasta que una tarde cualquiera lo encuentra con su mejor amiga.
26-30 años: perdonó a Brad Pitt y dejó de hablarse con su mejor amiga. Para no tener que volver a perdonarlo pasará por alto cualquier llegada tarde de Brad. Comienza a acuñar la frase “son todos iguales”.Con el tiempo, algunas se resignan a Brad y otras, la mayoría, empieza a sentirse atraída por algún Jack Nicholson gracias a dios!-.Es la etapa en la que quiere al lado a alguien que tenga algo en la cabeza, aunque esté loco. En la mayoría de los casos comenzará a relacionarse con tipos que les proporcionarán las mismas dosis de placer y dolor. La hora y media de placer justificará las horas restantes de desencanto, el problema es que solamente recordará los buenos momentos.Es la etapa de negación. QUizás ponga en práctica el anhelo de sus 17 años, es decir tendrá un novio bueno y un amante hijo de puta o viceversa. Ya no cocinará para nadie y querrá ser invitada a restaurantes de mediana y alta categoría.
30-35 años: Entre los hijos, Brad Pitt y Jack Nicholson, la dejaron desorientada. No sabe lo que quiere. Es la etapa de liberación y como tal, se pondrá exigente con el padre de sus hijos: Ella también tiene derecho a divertirse.Comienza a comprarse ropa -incluso erótica- y a “ponerse en forma”… se enganchará con algún personal training o incluso con cualquier mequetrefe que le diga que esa manchita de nacimiento que tiene en la espalda y que ella odia, le queda bien, porque la hace diferente a las demás.Y allí se las ve, saltando de cama en cama, luchando con su anorgásmia, buscando quien sabe qué, desesperada como un cocainómano busca el primer saque. tal vez se deje seducir por señores mayores o menores que ella, pares: nunca más!
35-40 años: cambió la lencería erótica por el feng shui, se enamoró de quien consideró que mejor la cojió. el problema es que el tipo tuvo tan malas experiencias que pasa de estados de obsesión en que la controla todo el tiempo a situaciones de indiferencia en que no la llama ni para preguntarle la hora.ya no le importa pagar una cena o cocinarle. lo que no tolera es quedarse sola. es la etapa de los balances. Reanudará terapia para luego abandonarla cada vez que conozca a alguien interesante. No está tan desorientada como hace cinco años, al menos ya sabe lo que no quiere…
40 en adelante: ya se autoanalizó y comenzó a aceptarse, por eso está en paz. se reencontró consigo misma -y tal vez con algunas amigas que perdió en el camino- es la etapa de la valoración y el estímulo.aprendió a perder y a compartir. sabe que nada es eterno -no de la boca para afuera- por eso puede disfrutar de una noche de sexo animal, de un concierto de brahms o de un paquete de pochoclos, mientras tenga intimidad. contiene la frescura, pero con la sabiduría de quien fue y volvió adonde realmente quería estar. no precisa de ropajes ni bijouteries, ahí está, es “ella”.
*texto de Vadinho